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AFecha confirmada: Día 15 Minglanilla Forever.

martes, 4 de junio de 2013

CRONICA DE UN TITAN



Adrián, baja un momento y mira esta panda de locos que están corriendo con la bici por mitad del desierto. “Espera, que ya bajo….”

Este fue el comienzo de todo.
Una tarde que estaba aburrido en casa, quemando las horas frente al ordenador y la casualidad que mi mujer viera, cambiando de canales, el reportaje de Santi Millán “imparables”.

Yo nunca había oído hablar de la Titan Desert, pero me quedé tan enamorado e impactado que casi balbuceando le pedí  un papel y un boli para apuntar el nombre de la carrera, e hice el juramento que la correría.

Y casi sin darme cuenta estaba en el avión con las piernas temblando al ver con quien me estaba jugando los cuartos. Casi todo eran deportistas de elite y caras conocidas….

Y llegó el momento. Allí estaba con mis nuevos compañeros Roberto y Rafa, esperando que la típica bocina arrancase la Titan Desert 2013.

Las dos primeras etapas fueron las de montaña.
Y fueron muy duras y no solo por los tramos de subida. Las bajadas estaban rotas y para no descabalgar era imposible soltar el manillar, y acabamos casi todos con bastante dolor de cuello y tríceps por ir en tensión.
Los paisajes eran absolutamente espectaculares, y es difícil decir esto cuando la única vegetación que vimos fue en el hotel de salida.
Las montañas áridas tienen una belleza difícil de explicar y es una pena no haber dispuesto de tiempo suficiente para hacer fotos. Cuando tenía ocasión de observar y reflexionar acerca del entorno que me rodeaba me daba cuenta de su grandeza, porque me hacía sentirme pequeño.
El segundo día fue la etapa maratón, en la que teníamos que llevar todos los objetos necesarios para sobrevivir dos días (saco, ropa comida, etc.…) por lo que a la dureza del recorrido y el calor se unió el lastre del equipaje.

La tercera etapa (segunda de la maratón) fue la más dura de todas y no solo por el incidente me pasó y que todos conocéis.
Fue el primer contacto con el terreno desértico, y avanzar por las pistas de arena, lastrado y con un calor sofocante pone a prueba tu físico y sobre todo tu mente.
Era imposible coger ritmo porque la rueda se clavaba cada 20 metros, y el tener que hacer tantos arranques iba quemando tu fondo y tu paciencia. Sin embargo yo me sentía cómodo (entre muchas comillas) y ese día apreté el paso.
En el momento que hice el giro al infierno, iba más o menos por el puesto 170, y había recorrido 110 Km. no aptos para todos los públicos. En una bifurcación, había desaparecido la señal que indicaba “derecha” y yo tomé dirección izquierda, porque el campamento realmente estaba en esa dirección, a 12 Km. en línea recta.
Lo que empezó siendo como el recorrido habitual de esa etapa (arena compacta y piedras), poco a poco y sin darme cuenta se convirtió en montañas de roca por las que casi era imposible andar.
Aún me quedaban 4 horas para entrar en tiempos, por lo que incluso llegué a pensar que podría entrar aunque fuera andando. Primero comencé por abandonar el equipaje que llevaba, porque era el segundo día de la etapa maratón. Cuando me di cuenta que era imposible seguir con la bici ya era demasiado tarde, porque tenia lo mismo desde mi posición hasta el campamento que hasta el lugar donde me equivoqué., y ya no tenía agua porque llevaba andando mas de tres horas.
Abandoné la bici y grabé la posición en el GPS, con la esperanza de regresar algún día a por ella.
Y seguí escalando hasta el punto más alto que tenía alrededor, a ver si encontraba algo de cobertura o por lo menos que fuese un punto fácil para que me encontrase el helicóptero cuando me echaran en falta.
Desde allí traté de ponerme en contacto con la organización o con cualquier otro teléfono, pero fue imposible. Finalmente probé a llamar a algún teléfono fijo de España y conseguí hablar con Pili.
Le dije mi posición GPS y le encargué que llamase al teléfono de la titan y explicase lo que había pasado.
Y con un autocontrol alucinante así lo hizo.
Le dijeron que había problemas con los teléfonos en Marruecos, y que tratarían de ponerse en contacto con dirección de carrera, así que solo tenía que esperar.
Pasada una hora y empezando a hacerse de noche, volví a llamarla y me dijo que en ese teléfono ahora le saltaba un contestador, y que no sabía si habían podido hablar con dirección de carrera.
Y le dije que si se hacía de noche y sin agua y conforme estaba de agotado me moriría seguro, y que me iba andando dirección campamento. Si volvía a hablar con alguien, que así lo dijese.
Y comencé a andar o mejor dicho a escalar.
Media hora mas tarde me llamó Felix Dot (director general de la Titan Desert) y me dijo que si me era posible volver a decirle las coordenadas, porque habían tratado de llegar con los todo terreno y quads pero había sido imposible e iban a sacar el helicóptero.
Le dije mis nuevas coordenadas (gracias al GPS de pilas y monocromo que seguía en marcha después de 12 horas) y me dijo que no me moviera, que era casi de noche y no tenían mucho tiempo de vuelo.
La primera pasada no me vieron, y en la segunda encendí el led parpadeante de mi teléfono y por fin me localizaron.
Cuando bajé del helicóptero en el campamento, estaba para hacer un anuncio de “apadrina un ciclista”, porque estaba ensangrentado y un poco ausente. Habían sido 115 Km. durísimos, 4 horas andando, otras 4 sin agua y sin nada de comida.

Solo darle gracias a Pili que mantuvo una calma admirable y me salvó de una muerte segura, y gracias a dirección de carrera que modificó todas las actividades del miércoles para poder recuperar mi bici y que me permitió acabar la carrera.

Los tres siguientes días fueron una lucha terrible contra las pistas de arena y sobre todo contra el aire.
Allí comprobé la certeza de la cita: “Al ciclista todo le da por culo excepto el aire, que siempre le da de cara”.
Que verdad mas grande…
Hay que tener la mente mas rodada que las piernas para aguantar tres días contra el aire y por unas pistas por las que era imposible conseguir una cadencia constante. Y no dormirte para entrar en los tiempos de corte.
Y el cruce de dunas, que esperábamos como algo anecdótico y sin demasiada importancia, fue simple y llanamente terrible. Después de ciento y pico quilómetros tener que andar más de cinco km. por subidas y bajadas de arena con poca o ninguna agua fue heavy metal. Menos mal que me di cuenta que descalzo se avanzaba más rápido, porque o corrías o te quemabas los pies.

Y la emoción de llegar a meta con la recogida del monolito (la pastilla de jabón) que certifica tu llegada a meta y pone el punto final a la locura.

Siempre recordaré las felicitaciones de Manu Tajada (director técnico de la prueba) cuando me entregó el monolito y de Germán (que iba en el helicóptero cuando me encontraron) y que vino a buscarme para darme un abrazo..
Ellos  me vieron destrozado física y mentalmente cuando me rescataron y les juré por mi vida que si encontraban la bici saldría al día siguiente y llegaría al final. Y estuvieron conmigo hasta las tantas estudiando el track que grabó el GPS  para ver donde podía estar, y lo consiguieron.
No tenían ninguna obligación de hacerlo, pero lo hicieron.
Y me vieron llorar como un niño cuando vi la bici bajando del helicóptero, y me vieron salir después de haber tocado fondo y prácticamente sin haber dormido.
Ellos son conscientes del esfuerzo que tuve que hacer para superar el cuarto día y haber llegado al final.

Y me bajé de mi querida Ghost sin saber que esa había sido nuestra última vuelta juntos.
Después de 22000 Km. le dije adiós a mi querida compañera de fatigas.



Todo el esfuerzo que he hecho se lo dedico a Pili y a Daniel, por todo el tiempo que no les he dado durante la preparación y por haber soportado todas las consecuencias de la aventura.

También agradecerle a mi hermana Maite su regalo (el billete de avión) ya que ha sido la única persona que se ha rascado el bolsillo para echarme una mano.

Gracias a los compañeros de la peña que me han acompañado tantos días de preparación y que me dedicaron una emotiva cena de despedida y especialmente a Paco que además ha pasado muchas horas delante del ordenador buscándome cosas y sacándome información.

Y gracias a la gente que allí conocí (Rafa, Roberto, Miguel, Albert….) a los que espero volver a ver en la salida del 2014 y volver a disfrutar de su compañía.


Ya veremos lo que pasa




 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Grande Adrián!!!!

(José Manuel del curro)

Anónimo dijo...

Grande Adrián!!!

(José Manuel del curro)

Paco dijo...

Cuando hicisteis Luis y tu la de Islandia creiamos que nada superaria aquello,pero creo que nos equivocamos...en una palabra IMPRESIONANTE.